viernes, 14 de octubre de 2011

Conciencia


Conciencia es centro. Pero no basta con que exista un centro al que miramos
desde afuera, como si no nos perteneciera. Ese desapego de un centro que es nuestro es
lo que provoca la tensión y el esfuerzo.

Tenemos un centro y hay que lograr entrar en él. Entrar con la tranquilidad y
comodidad con la que nos desplazamos por los sitios conocidos. ¿Por qué el centro del
Ser sigue siendo un desconocido para nosotros? Porque son muy pocas las veces que
entramos hasta allí, porque lo dejamos relegado a momentos «importantes». 

El pequeño-gran secreto de la concentración está en abrir un camino y reconocerlo, entrar
en el centro libremente cada vez que nos haga falta.

Concentrarse es todo un arte: lleva consigo la capacidad de interiorizar nuestras
acciones, de permanecer en el centro y, sin embargo, mostrar las acciones hacia afuera
con total naturalidad.

Nada más lejos que concebir un centro en el cual quedar atrapados y aislados de
nuestro alrededor, y aun de nuestras propias actividades. Es, al contrario, un centro
acogedor, el hogar de la conciencia, al que llegamos y del que salimos cuando nos lo
proponemos.

La concentración, el saber llegar y estar en el centro, nos proporciona una vida
interior más rica, refuerza nuestros conocimientos, nos otorga seguridad en nosotros
mismos y nos ayuda a prestar atención a los demás, asunto tan valioso para desarrollar
la codiciada convivencia entre los humanos.

3 comentarios:

  1. ¿Porque sera que siempre pensamos que el centro somos nosotros, solo nosotros...?

    Un gran abrazo, Janeth

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  2. Mi querida amiga,cuando aprendemos a entrar en ese centro,aprendemos a vivir hacia afuera.
    Mil gracias por traerme la palabra necesaria y última que le faltaba a mi poema,y que le dá sentido,porque lo notaba falto de algo:"...y aprendemos"
    Mi abrazo inmenso siempre.
    M.Jesús

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  3. El Centro es el Altar.
    El Centro es el Sacramento.
    El Centro es la Sacristía.
    El centro es la Vivencia Sagrada.
    La capacidad de estar en el Centro te da las alas para la Ascensión.



    Un abrazo.
    Gracias.

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