jueves, 1 de junio de 2017

El misterio de la libélula





La trayectoria de las libélulas se adapta a las circunstancias. Para ellas, sus vuelos son sinónimos de armonía, agilidad y felicidad.

Aunque cambiar no es fácil, habría que decir que sí es posible vivir esa ‘metamorfosis’.

La ciencia moderna está confirmando lo que las tradiciones antiguas nos han estado diciendo durante miles de años acerca de la importancia del amor y la paz, y cada día más y más personas despiertan de sus ilusiones y se dan cuenta de que hay algo más allá de lo que han aprendido. Es tiempo de dar paso a una nueva era, pero esta era sólo llegará cuando nos decidamos convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo, como dijo Gandhi.

La libélula vive la mayor parte de su vida como ninfa, vuela solo en una fracción de su vida al ser adulta por unos pocos meses aprovechando su tiempo, haciendo todo sin dejar nada por desear. Este estilo de vida simboliza la virtud de vivir en el momento y vivir la vida al máximo, sin remordimientos.

Las libélulas dan ese ejemplo. Ellas pierden tejidos y órganos que no necesitan y simplemente se transforman para emprender el vuelo. De hecho, estos insectos son considerados como verdaderos agentes de cambio. Incluso, para algunos representan un símbolo de la autorealización.

Se ven así porque las libélulas utilizan el poder de la naturaleza para controlar sus movimientos y para romper ataduras.

¡Todo lo hacen antes de emprender sus vuelos!

Ellas evolucionan tanto que logran estar cómodas en el agua y en la tierra, así como en el aire. ¡Saben qué es lo que quieren y para dónde van!

La verdad es que utilizan su capacidad de orientación para sobrevivir en mundos cada vez más fragmentados por la ciudad.

Hay que ver a las libélulas ir de allí para allá atravesando edificios, dejándose encandilar con las farolas de los alumbrados públicos o incluso sorteando el gris del aire que respiramos.

Ningún obstáculo, por muy grande que sea, las hace desistir de sus destinos o trayectorias. Lo logran porque se sueltan y, por supuesto, porque no son resistentes al cambio.

La libélula representa el camino de la oscuridad a la luz, la vida eterna y la libertad del espíritu...


2 comentarios:

  1. Una foto y entrada que me han gustado mucho por todo lo que nos cuentas de la libélula, me gusta de ella hasta el nombre. Y tiene otra particularidad y es que algunos escritores como Carmen Martín Gaite la han introducido en su libros, por tanto se puede decir también que forma parte de la literatura por su multiplicidad de significados. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bonito Janeth!, quiero ser una libélula para poder sortear todo aquello que no puedo, me encanto amiga.
    Abrazo

    ResponderEliminar