lunes, 10 de septiembre de 2012

La alegria del corazón


Sentirme pobre en espíritu me impacta negativamente en lo emocional, físico y material.

Mas, un corazón alegre revive mi espíritu y fomenta la confianza que tengo en mí misma.

Busco el lado positivo en una situación y comparto esta visión con los demás.

Al estar alegre, libero la tensión y me lleno de entusiasmo por la vida.

Exploro nuevas oportunidades de enriquecimiento espiritual.
Mi felicidad verdadera es una cualidad interna que proviene de mi naturaleza espiritual.

Consciente de esto, permito que el gozo interno fluya a cualquier proyecto en el que esté trabajando.

Soy feliz siendo quien soy, una creación de Dios que se siente satisfecha en una relación personal con su Creador.

Reconozco con agradecimiento que Dios es la fuente de mi entusiasmo por la vida y de la alegría que siento en mi corazón y reflejo en la vida diaria.

2 comentarios:

  1. Comparto contigo esa bendita alegría del corazón, Janeth.
    Es un éxtasis que rompe barreras y fronteras y que nos aproxima a la siempre anhelada felicidad.
    Me has contagiado con tu hermoso sentimiento y aquí me tienes sonriéndole al universo entero.
    Un abrazo desde Copenhague invitando a la Vida acercarse para siempre a nuestras maravillosas vidas en el planeta Terra,

    Ian.

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  2. Corazón tranquilo, apasionado, libre y lleno de amor. Totalmente espontaneo, sin barreras que limiten.


    Un abrazo.

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