viernes, 31 de agosto de 2012

Hemos nacido por una razón mucho más importante de lo que pensamos.


Al final del viaje, en el principio de la vida, nacer supone para el hombre un cúmulo de emociones y experiencias, un instante clave de su existencia, en el que no hay desperdicio alguno, por vez primera siente, oye, ve, es a partir de este momento, cuando comienza un relativo largo peregrinaje por esa maravillosa estela de plata que es la vida, un mundo lleno de acontecimientos, cuya explicación se confunde tras un velo de apariencia transparente, pero de espesa niebla, sólo penetrable por la mirada de aquel que, con amor, voluntad y servicio, siente más allá, oye más allá y mira más allá, pues mientras que el sonido de nuestro primer llanto, ahuyenta los problemas de aquellos que nos rodean, se descubre ante nosotros un espacio en el que desconocemos por completo sus reglas,... reglas a las que hacemos la mayoría de las veces, caso omiso, porque en realidad, desde ese momento en que nacemos, hay una parte de nosotros mismos que permanece dormida, si bien es cierto, que se debe en gran parte, a que no hemos enseñado a nuestro propio ser, lo que hay detrás de sentir, oír y ver.

Hemos nacido por una razón mucho más importante de lo que pensamos.

El oficio o desempeño de cada uno de nosotros aquí en la tierra, es de incuestionable valor, pero no olvidemos que se trata de un medio, el fin, debemos distinguirlo a medida que con nuestra experiencia, evolucionamos

4 comentarios:

  1. Querida Janet, creo ciegamente que vivimos por una razón que la mayoría de nosotros los seres humanos aún no sabemos como entender y menos colaborar con ese (a) gran ser que creó los numerosos universos en que tantas diversas especies de vida desarrollamos éste noble oficio de vivir.
    La razón de nuestra existencia sigue siendo una interrogante para la gran mayoría de seres humanos, yo inluído.
    Pero hay unos pocos, como tú, que tienen la respuesta a esa interrogante.

    Un abrazo desde una Copenhague tendida de espaldas y observando el cielo nocturno preñado de estrellas fugázes,

    Ian.

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  2. Bendecido sea el momento en que encarnamos de nuevo, ese es el momento en que estamos de nuevo listos para prender a través de las experiencias en este bello mundo....que bueno es estar vivo y poder crecer....

    Paz&Amor

    Isaac

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  3. Quizas nacemos para que los dioses puedan vivir... Quizas sea eso lo que pasa... Ellos nos necesitan para vivir

    Un abrazo

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  4. Hemos nacido en conjunto con todos los seres y con ellos ascendemos al Monte.


    Un abrazo y besos.
    Gracias.

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