jueves, 5 de enero de 2012

El maestro que vive en mí


Busqué...Un maestro, sin darme cuenta que ya lo era.
Descubrí, la esencia oculta, el rocío de las ramas serenas, el tronco dorado del árbol celeste.


Vi, más allá donde la vista ya deshecha de su materialidad alcanza ver. La esfera. Entregué el incierto pensante y el alma mediante, la voz interior y el intelecto. Consumido todo en amor, dedicación divinizada, afecto concreto, pero singular. Dí y descubrí, que todo es correcto y propio, pues todo es.

Exhalé mil estrellas fugaces en medio del imposible, y lo posible se hizo congruente. Dios sumergido en Dios, perenne, perpetuo, discreto, sereno. Busqué sin tener que buscar nada pues ya estaba "dado" y "encontrado", suspiros en la alborada... Y, finalmente comprendí porqué el pecho se me enciende en llamas invisibles, lógica no lógica, amor en desamor, caudal portentoso de todas las primicias.

El aliento se hizo volcán seductor y la espalda fuego irreductible, inefable, añoranza fulgurante en medio de mi ser. Sin deseo, ni apetito, solo un vacío infinito, Dios entrando en mí en busca de Dios....

No hay maestro más maestro que el dolor y la furia de lo incomprensible, y al mismo tiempo, caudal de todas las posibilidades. Un concierto, un esfuerzo sin par, libre de ánimo y con soltura frugal. El maestro Padre-Madre habita en las paredes de mi templo corporal, prudente, celoso y fiel guardián de lo Suyo.

Cristalizándome, vaciándome en su crisol de estudio constante y en la capacidad transmutable de un arrullo de Su Aliento. El Universo se desangra al entrar en la paz muda, y todo se funde, se aúna en una sola verdad.

El maestro que vive en mí toma las riendas de su mente que es puñal con alas y desdobla la escritura del Verbo en fragmentos múltiples "El Ser" y el alma finalmente hablan en todas las lenguas con las que fue construida hace tiempo, mucho tiempo...

3 comentarios:

  1. Dicen que el maestro que vive en nosotros no es sino el Maestro...

    Eso dicen, amiga

    Un abrazo fuerte

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  2. El Maestro...
    el único...
    el que siempre está...
    La Luz...
    El alma..
    el espíritu...
    Siempre ahí, esperando le reconozcamos y manifestemos su AMOR




    Besos y un abrazo fuerte

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  3. Janeth,tu texto es impresionante,amiga...
    Quizá ese "maestro" lo llevamos en la esencia,que se trasluce nítida y clara cuando sufrimos y aprendemos con humildad...Quizá ese "maestro"sea el espíritu universal,que también es nuestro propio espíritu,unido a la divinidad.
    Mi felicitación y mi abrazo grande por tu cercanía y maestría,amiga.
    M.Jesús

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