viernes, 22 de julio de 2011

El Niño de Hoy necesita Guías,


Estos niños necesitan adultos anclados, seguros, contenidos en sí mismos. Adultos que aunque no sepan con seguridad si lo que hacen es plenamente correcto, aun así tengan la valentía de probar nuevas posibilidades. Pero con qué se encuentra el niño de hoy? Con inseguridad, con adultos desencarnados, titubeantes. Hasta incluso percibe en ellos el miedo a la vida y las emociones irresueltas que guían sus pasos. Se encuentra muchas veces con adultos perdidos en sus propios caminos, con temor a buscarse, con temor a encontrarse.

Y los ninos sienten esto, y que haran?: Si los adultos, aquellos a quienes Yo debo preguntarles cómo, quién soy, adónde voy, qué es mejor para mí, no lo saben, están perdidos, me muestran dudas y temor hacia la vida, qué queda de mí?

El Niño de Hoy necesita Guías, pero Guías Espirituales. Y para lograr ser sus guías, el adulto debe primero reconocer en qué parte de su camino se encuentra, y qué hará para continuar ascendiendo en su propio nivel evolutivo. Ante estos niños, nuestro Yo Espiritual debe estar anclado. Es muy saludable sentir que hay mucho que aprender, pero esto no debe interpretarse como la pérdida total de rumbo. Claro que debemos mantenernos abiertos y flexibles, sí, pero nuestro Espíritu tiene que arder en nuestro cuerpo, pleno de voluntad de vivir. Debemos estar decididos a vivir la vida plenamente, no a medias. Sentir, que a pesar de que aún nos falta mucho recorrido, en todo momento estamos acercándonos más a nosotros mismos.

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